LA PECULIAR HISTORIA FIESTA DE LOS JORNALEROS
La Fiesta de los Jornaleros es una fiesta de carácter religioso que se celebra en Torres en el mes de mayo desde tiempo inmemorial. En esta festividad se venera al Cristo Crucificado, Cristo de los Jornaleros, todos los años el domingo más próximo al día 20 de mayo.
Acerca de esta fiesta apenas existen documentos históricos que permitan fijar su fechación exacta. Prácticamente todo lo que se conoce de ella proviene de la tradición oral, que ha suplido la carencia documental y ha posibilitado conocer la historia de esta festividad, aunque no su origen concreto.
La Fiesta de los Jornaleros nació en un período en el que Torres sufrió una fuerte sequía, que aventuraba que los cultivos y los rebaños estuviesen prácticamente perdidos. Ello suponía un gran desastre económico para los agricultores y ganaderos, que se movilizaron para conseguir la llegada de la tan ansiada lluvia para el futuro local.
Ante esta desastrosa situación, un grupo de jornaleros (de ahí el nombre de esta fiesta) se unió para celebrar un acto religioso, consistente en un desfile procesional del Cristo Crucificado, con la finalidad de solicitarle la lluvia para los sedientos campos torreños.
La Fiesta de los Jornaleros es una fiesta de carácter religioso que se celebra en Torres en el mes de mayo desde tiempo inmemorial. En esta festividad se venera al Cristo Crucificado, Cristo de los Jornaleros, todos los años el domingo más próximo al día 20 de mayo.
Acerca de esta fiesta apenas existen documentos históricos que permitan fijar su fechación exacta. Prácticamente todo lo que se conoce de ella proviene de la tradición oral, que ha suplido la carencia documental y ha posibilitado conocer la historia de esta festividad, aunque no su origen concreto.
La Fiesta de los Jornaleros nació en un período en el que Torres sufrió una fuerte sequía, que aventuraba que los cultivos y los rebaños estuviesen prácticamente perdidos. Ello suponía un gran desastre económico para los agricultores y ganaderos, que se movilizaron para conseguir la llegada de la tan ansiada lluvia para el futuro local.
Ante esta desastrosa situación, un grupo de jornaleros (de ahí el nombre de esta fiesta) se unió para celebrar un acto religioso, consistente en un desfile procesional del Cristo Crucificado, con la finalidad de solicitarle la lluvia para los sedientos campos torreños.
Canta, Jornalero canta.
(Al Santísimo Cristo de los Jornaleros)
Canta, jornalero canta,
que no se apague tu grito
y se oiga en el infinito
la queja de tu garganta.
Por tu fervor más profundo,
canta al Cristo, jornalero,
su perdón tendrás entero
por los pecados del mundo.
Tu gemir nunca sea duelo,
reza, jornalero, reza,
que a quien ora con pureza
Cristo le dará consuelo.
Que tu rogar sea sincero,
y no quede en el intento.
¿no ves a Cristo contento
por tu rezar verdadero?
Levanta siempre, levanta,
vaya tu voz con el viento
y mientras te quede aliento,
canta, jornalero, canta.
Se cuenta que poco después de iniciarse la procesión del Cristo por las calles, la lluvia hizo acto de presencia ante el gozo de todos los torreños. Desde entonces se organiza todos los años en el mes de mayo, la Fiesta de los Jornaleros en gratitud al Cristo Crucificado, Cristo de los Jornaleros.
La tradición cuenta que, cuando el Cristo se hallaba recorriendo las calles, las nubes aparecieron por encima de las montañas que rodean Torres, cubriendo el cielo en unos minutos, y comenzó a caer la lluvia de forma copiosa, ante el estupor y la veneración de todos los presentes.
Se dice que los feligreses trataron de volver rápidamente hasta el templo para colocar la imagen en su altar. Pero era tal la cantidad de lluvia que caía que estas labores no estuvieron exentas de trabajo, por el gran peso que soportaba el trono por la lluvia que había recogido.
No obstante, la vuelta al templo de la imagen del Cristo fue finalmente posible. Pero se afirma que, una vez en la iglesia, se pudo comprobar que el manto del Cristo estaba totalmente seco, a pesar de la gran cantidad de agua que lo había empapado.
La misericordia que el Cristo de los Jornaleros tuvo con la localidad de Torres en una época tan difícil no ha sido olvidada por los torreños. En signo de agradecimiento y de veneración, todos los años se celebra una fiesta en su honor el domingo más cercano al día 20 de mayo. No obstante, desde hace unos años los actos comienzan el sábado por la tarde.
En esta festividad el aspecto religioso (Misa en honor del Cristo Crucificado, en la cual los niños torreños hacen su Primera Comunión, y procesión del Cristo de los Jornaleros) se complementa con los actos lúdicos y populares.
Todos los actos de la fiesta son totalmente gratuitos, gracias a los donativos de los torreños que entregan sus aportaciones económicas a los “Hermanos del Señor”, comisión que se encarga de recaudar los fondos necesarios para la organización de todos los actos de esta fiesta.
(Al Santísimo Cristo de los Jornaleros)
Canta, jornalero canta,
que no se apague tu grito
y se oiga en el infinito
la queja de tu garganta.
Por tu fervor más profundo,
canta al Cristo, jornalero,
su perdón tendrás entero
por los pecados del mundo.
Tu gemir nunca sea duelo,
reza, jornalero, reza,
que a quien ora con pureza
Cristo le dará consuelo.
Que tu rogar sea sincero,
y no quede en el intento.
¿no ves a Cristo contento
por tu rezar verdadero?
Levanta siempre, levanta,
vaya tu voz con el viento
y mientras te quede aliento,
canta, jornalero, canta.
Se cuenta que poco después de iniciarse la procesión del Cristo por las calles, la lluvia hizo acto de presencia ante el gozo de todos los torreños. Desde entonces se organiza todos los años en el mes de mayo, la Fiesta de los Jornaleros en gratitud al Cristo Crucificado, Cristo de los Jornaleros.
La tradición cuenta que, cuando el Cristo se hallaba recorriendo las calles, las nubes aparecieron por encima de las montañas que rodean Torres, cubriendo el cielo en unos minutos, y comenzó a caer la lluvia de forma copiosa, ante el estupor y la veneración de todos los presentes.
Se dice que los feligreses trataron de volver rápidamente hasta el templo para colocar la imagen en su altar. Pero era tal la cantidad de lluvia que caía que estas labores no estuvieron exentas de trabajo, por el gran peso que soportaba el trono por la lluvia que había recogido.
No obstante, la vuelta al templo de la imagen del Cristo fue finalmente posible. Pero se afirma que, una vez en la iglesia, se pudo comprobar que el manto del Cristo estaba totalmente seco, a pesar de la gran cantidad de agua que lo había empapado.
La misericordia que el Cristo de los Jornaleros tuvo con la localidad de Torres en una época tan difícil no ha sido olvidada por los torreños. En signo de agradecimiento y de veneración, todos los años se celebra una fiesta en su honor el domingo más cercano al día 20 de mayo. No obstante, desde hace unos años los actos comienzan el sábado por la tarde.
En esta festividad el aspecto religioso (Misa en honor del Cristo Crucificado, en la cual los niños torreños hacen su Primera Comunión, y procesión del Cristo de los Jornaleros) se complementa con los actos lúdicos y populares.
Todos los actos de la fiesta son totalmente gratuitos, gracias a los donativos de los torreños que entregan sus aportaciones económicas a los “Hermanos del Señor”, comisión que se encarga de recaudar los fondos necesarios para la organización de todos los actos de esta fiesta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario